
Nibepo Aike
La Estancia Nibepo Aike tiene 12.000 ha, y se encuentra a 56 km de El Calafate y aún conserva la esencia de las antiguas estancias Patagónicas.
Reservá Nibepo Aike hoy.
Completá el siguiente formulario, y despreocupate que nosotros nos ocupamos de armar una experiencia inolvidable. A la brevedad uno de nuestros expertos se comunicará contigo con una propuesta pensada solo para ti.
Duración 5/10 horas
(La duración puede variar dependiendo de las actividades elegidas)
Rango Horario
De 8:30hs 14:15hs
o de 8:30hs 18:00hs
Dependiendo de la actividad elegida.
Dificultad Baja
No se requiere de equipo tecnico ni vianda.
Salida desde tu Hotel

Operador
Detalle de la excursión:
Salida desde El Calafate para tomar la ruta provincial de ripio No15, también conocida como “Camino de las Estancias”.
Durante el trayecto es común cruzarse con cóndores, zorros y liebres, con el Cerro Frías como protagonista. Luego de cruzar el Río Rico, el paisaje de estepa cambia abruptamente, convirtiéndose en un paisaje cordillerano.
Arribo a la estancia luego de recorrer la margen del Lago Roca y de haber ingresado al Parque Nacional Los Glaciares. El guía anfitrión les dará la bienvenida a la Estancia y los acompañará al Quincho, un edificiode madera y ladrillo muy espacioso y acogedor, donde se les invitará con una bebida caliente (té, café o mate) acompañados de pastelería casera. Una buena pausa para disfrutar de una magnífica vista de la Cordillera de los Andes. Luego se emprende una caminata para recorrer las instalaciones de una típica estancia patagónica que se dedicó antiguamente a la producción ovina y que hoy en día se ha transformado en la más prestigiosa cabaña de Hereford de estas latitudes y que mantiene además una majada de ovinos. En las caballerizas, quien haya optado por la cabalgata (costo adicional), montará y saldrá a explorar los alrededores acompañados de un guía baqueano. Mientras tanto el resto del grupo hará una caminata durante la cual tendrá excelentes vistas del Brazo Sur del Lago Argentino descubriendo diversos afloramientos rocosos erosionados por la acción glaciaria y los cambios de niveles del lago; allí se podrán apreciar con claridad los pliegues de la corteza terrestre diferenciados entre
sí por la variedad de sedimentos que le dieron origen. Estas formaciones se suceden hasta llegar a un punto en que las rocas conforman un anfiteatro natural dando origen a playas muy tranquilas de curiosas formas.
A través de senderos descubriremos un bosque de lengas y ñires, donde habitan caranchos, cachañas, liebres, pájaros carpinteros, águilas y una abundante variedad de flora y fauna autóctona. El recorrido puede variar según las condiciones climáticas. Caminata o
cabalgata 45 m / 1 h. Nivel: fácil.
Luego de la actividad elegida el grupo se encuentra en la puerta del galpón de esquila y actual museo histórico de la estancia. Una oportunidad para conocer un galpón con todos sus componentes y comprender el trabajo de las comparsas de esquila. Se explicará el proceso desde la esquila del animal hasta el armado del fardo de lana, forma en la cual la lana es
estivada y transportada. Como sistema se utilizará la tijera manual como se hacía antiguamente en todas las estancias hasta la aparición de la manija mecánica con peine cortante, sistema mucho más rápido y práctico.
En seguida se procederá a una “prueba de riendas‟ de jinetes o según las actividades rurales del día se hará trabajo de hacienda en los corrales cercanos al casco. Entre las actividades diarias los visitantes también podrán participar por la mañana del ordeñe y del arreo de ovejas, concluyendo de este modo con un día típico de trabajo en la Estancia. Alguna de estas actividades puede estar sujeta a modificación por condiciones climáticas.
Luego de las actividades se regresa al Quincho donde se está asando un cordero a la estaca, durante el camino se recuerdan historias y anécdotas del lugar y de los primeros pobladores. Al llegar, el Asador ya tendrá el asado a punto para que los comensales se deleiten con un rico cordero patagónico mientras que disfrutan de la imponente vista de la Cordillera.
En los días de buen clima el asado puede hacerse y servirse en mesas dispuestas en el exterior. Mientras tanto, la vida en la estancia continúa y es frecuente ver pasar los gauchos a caballos arreando vacunos y/o ovinos y perderse en el horizonte.
De regreso a El Calafate, el haber experimentado la vida de una típica estancia patagónica nos dará una nueva perspectiva, encontrando más sentido a los inmensos paisajes patagónicos caracterizados por lo infinito y lo remoto.